México, entre bombas
y huesos, UAM-X; 20 nov. 14
A la Comunidad de la Universidad Autónoma Metropolitana
Al pueblo de México.
Frente a los acontecimientos
recientes en el país; la desaparición de los 43 estudiantes normalistas de la Escuela
Nacional Rural “Raúl Isidro Burgos” de Ayotzinapa, Guerrero, y el asesinato de
otras seis personas –tres de ellos normalistas, un integrante del equipo de
futbol “Avispones” de tercera división y dos civiles–; en los hechos ocurridos
el pasado 26 de septiembre, a manos de la policía municipal de Iguala. Este
hecho en el que se observa el contubernio de autoridades con crimen organizado,
han generado una gran movilización estudiantil a nivel nacional y
manifestaciones, a nivel mundial, en solidaridad con los padres y madres de los
normalistas desaparecidos.
La comunidad
estudiantil de la UAM, no fue la excepción para mostrar la indignación frente a
atroces hechos. Nosotrxs, estudiantes de posgrado pertenecientes a la 11ª
generación de la maestría en Psicología Social de Grupos e Instituciones consideramos
pertinente fijar una postura frente a estos actos.
La
constante criminalización de los estudiantes desparecidos por parte de la
mayoría los medios masivos de comunicación, así como en las declaraciones de
algunos funcionarios públicos, Nos lleva a revisar el papel que ha tenido la
Escuela Normal Rural Isidro Burgos de Ayotzinapa a nivel socio-político a lo
largo de los últimos años, así como sus similares en el resto del país.
Las
Normales Rurales fueron fundadas en las primeras décadas del siglo XX como
parte de un nuevo proyecto de nación. Se crearon para preparar académicamente a
los futuros maestros de los hijos de campesinos; dichos maestros trabajan principalmente en las escuelas
rurales de México. Paralela a sus similares en otras partes del territorio
mexicano, la Normal Rural de Ayotzinapa se ha caracterizado por impartir una
educación crítica. Dos célebres guerrilleros Genaro Vázquez y Lucio Cabañas,
entre otrxs, se formaron como maestros en la Normal Rural de Ayotzinapa; dicho
hecho, fue un precedente para descalificar las Normales Rurales como “semillero
de guerrilleros”. Estas característica han ubicado a estas Escuelas como objeto
de constante hostigamiento por parte del gobierno mexicano –el cual se ha
dedicado desde los años setenta a desaparecer a diferentes grupos sociales,
considerados enemigos políticos; entre ellos, las Escuelas Normales Rurales–
con justificaciones ambiguas que se basan ya sea en la construcción de nuevos
planes de estudio o en la modernización de estos.[1]
Repudiamos
las prácticas de terror de las cuales ahora y que desde finales de los sesentas
somos testigos[2],
así como la tergiversación de la información sobre el hecho, la criminalización
no sólo de los estudiantes sino de las manifestaciones y de los manifestantes
en defensa de la desaparición de los 43[3].
Cuestionamos la pobre y respuesta de las autoridades como la expresada en la
conferencia de prensa de Jesús Murillo Karam del pasado 7 de noviembre.
Consideramos
necesario que la Universidad Autónoma Metropolitana presente de manera
explícita una toma de posición al respecto, de manera congruente con la misión
que la Institución asumió desde sus
inicios “La
Universidad tiene conciencia de estar al servicio de la sociedad”[4] y en particular la Unidad
Xochimilco asume como una de sus misiones “Impartir educación superior, comprometiéndose con la
formación de profesionales con capacidad para identificar y resolver problemas,
así como para trabajar en equipos interdisciplinarios y con un fuerte
compromiso social”.[5] Compromiso que implica, exigir el esclarecimiento de las
responsabilidades que tiene el Estado en los hechos ocurridos en Iguala, Guerrero,
del pasado 26 y 27 de septiembre y la exigencia de la presentación con vida de
los 43 normalistas desaparecidos.
Consideramos
pertinente el reconocimiento e inclusión de las diversas posturas de la
comunidad universitaria, a fin de evitar comunicados donde se generalice una
supuesta “voluntad” de esta comunidad que sólo incluye una visión, la del nulo
reconocimiento del estudiantado organizado. Frente a la reunión del Colegio
Académico, por celebrarse el viernes 21 de noviembre, les demandamos dar tiempo
para emitir dicho posicionamiento, en el que se incluyan las voces de quienes
asumen el rol de estudiantes, académicos y trabajadores con un fuerte compromiso social.
Consideramos
que una tarea primordial es la apertura y programación de canales de diálogo
entre los distintos niveles que componen la comunidad administrativa, docente y
estudiantil de la UAM, por medio de foros, conferencias y asambleas que
propicien un diálogo fértil que coadyuve a una mayor comprensión de la
situación actual y sus implicaciones en el ámbito socio-político del país; así como
la emergencia de propuestas para evitar que se reproduzca la violencia y el
terror en el que se sume el país.
Condenamos
todo tipo estrategias de intimidación y autoritarismo por parte de las
autoridades universitarias y del gobierno, hacia las organizaciones emergentes:
amenazas de no acreditación del trimestre, cancelación del mismo, o incluso
violencia física. Señalamos que todo acto de intimidación celebrado por parte
de autoridades universitarias, forma parte de la misma estrategia de terror que
implementa el Estado.[6]
Así
mismo, manifestamos nuestro desacuerdo con la posición emitida por la Asamblea
InterUAM en la cual se “apoya y reivindica todas las formas de resistencia
social que de ella emanan”, ya que manifestar esto incluye formas violentas de
resistencia. Analizando las estrategias de represión y la “legitimación” del
uso de la fuerza por parte del Estado, consideramos que apoyar formas violentas
de resistencia contribuye a dar argumentos para el uso de las fuerzas armadas
contra los estudiantes.
Los
últimos acontecimientos ocurridos como amenaza contra los estudiantes universitarios
del país –la amenaza de bomba en la UAM-X el 14 de noviembre; irrupción de
agentes de la PGJ en CU derivando en la violación a la autonomía de la UNAM,
con el posterior rodeo por parte de granaderos; situación similar ocurrida en
la UV de Xalapa el 14 de noviembre– nos convocan de manera urgente a fijar una
postura ¡no podemos permanecer pasivos ante esta situación! estos no son hechos
aislados sino una serie de acontecimientos sistemáticas, reflejo de la
situación socio política del país.
Esperamos
que la Universidad misma, no reproduzca medidas coercitivas como estrategia de
desmovilización.
Finalmente,
reiteramos que la onceava generación de la Maestría de Grupos e Instituciones repudia
una política de miedo y nos pronunciamos en pro del respeto al cuerpo y a la
vida, así como a la permanencia y
continuidad de las Escuelas Normales Rurales, demandamos la presentación con
vida de los 43 normalistas desaparecidos y el castigo a todos los involucrados
en tan deleznable acto; así también, nos manifestamos a favor del respeto a las
autonomías de las universidades y condenamos cualquier acción que violente
dicho principio.
¡Vivos
se los llevaron, vivos los queremos!
¡Digna,
Libre y Soberana, en Lucha la Metropolitana!
Estudiantes de
la 11ª. Generación de la Maestría en
Psicología Social de grupos e Instituciones.
UAM-X
[1]
“Las Normales Rurales tienen su antecedente en las Normales Regionales
Campesinas y las Escuelas Centrales Rurales. Desde sus inicios estas
instituciones estuvieron alejadas de las prioridades del gobierno federal, lo
cual implicó que carecieran de un presupuesto suficiente para cubrir sus
necesidades. Así, los docentes y los estudiantes se veían obligados a buscar
apoyos económicos de otras fuentes, lo que trajo como consecuencia que se
generara un sentido de autonomía y permitió construir una vinculación con las
comunidades que albergaban a las escuelas y las apoyaban materialmente.”
Siddharta Camargo, La combativa lucha de las Normales Rurales en http://www.milenio.com/tribunamilenio/donde_nace_la_violencia_en_guerrero/violencia_Guerrero-normales_rurales-normalistas-guerrilleros-Ayotzinapa_13_393690630.html
[2]
Es en el contexto de finales de los sesentas que inicia la práctica, primero
eventual después sistemática, de la desaparición forzada como táctica de
contrainsurgencia por parte del Estado Mexicano.
[4]
UAM, Presente y Pasado. ¿Por qué una nueva universidad? En http://www.uam.mx/sah/pre-pa/tema01/indice-t01.html
[5]
Acerca de la UAM-X. Misión y Visión. En http://www.xoc.uam.mx/uam-x/acerca/mision-vision/
[6]
Leer la carta emitida por académicos de la UAM-X a raíz de la supuesta amenaza
de bomba que sufrió la Unidad el pasado viernes 14 de noviembre. http://www.jornada.unam.mx/2014/11/18/correo
y sobre lo acontecido en Ciudad Universitaria el sábado 15 de noviembre http://www.jornada.unam.mx/2014/11/16/politica/015n1pol